FOROS CÍVICOS DE PENSAMIENTO DEMOCRÁTICO
Después de varias semanas escribiendo este blog, de algunos libros y artículos ciertamente interesantes que he estado leyendo últimamente sobre democracia (recomiendo altamente la lectura del libro "Ciudadanos sin democracia" de RUBIO CARRACEDO, en el que se contienen varios ensayos sobre ciudadanía, ética y democracia), y después de los agudos comentarios realizados por las personas que han leído este humilde blog, uno llega a la conclusión de que la principal causa de los males que aquejan nuestra democracia radica en la falta de formación cívico-democrática de los ciudadanos en general.
Voy a poner un ejemplo: el otro día hablando con un matrimonio catalán amigo mío, salió el inevitable tema de la situación política catalana, cuando empezamos a comentar la acción política de los partidos que conforman el tripartito en el gobierno catalán. La opinión de mis amigos, siempre en términos mesurados y -creo- representativa del sentir mayoritario de los catalanes, comenzó circunscrita al terreno partidista, es decir, al único terreno en el que hoy por hoy (con la democracia que tenemos) se articula la participación política. En ese terreno, me dí cuenta que sus opiniones no eran coincidentes con las mías, seguramente porque tenemos diferentes fuentes de formación de nuestra opinión política, lo que unido a un bajo nivel de sentido crítico de la información política que nos llega a través de los medios de comunicación (muy influidos por esa visión partitocrática de la política a modo de una gran liga de fútbol, en la que cada partido actúa como un equipo cuyo único fin es ganar y en la que los militantes vienen a ser sus hinchadas acérrimas), nos conducía irremediable a la discrepancia.
Sin embargo, cuando derivé la conversación hacia un terreno distinto, el de la acción política concreta de los políticos en general, nuestras opiniones eran absolutamente coincidentes: falta de ética de muchos políticos, escaso nivel de participación ciudadana en los asuntos públicos, ausencia de políticos preparados y con altura de miras, etc.. Es decir, coincidencia en el sentido de la democracia, pero discrepancia en las formas como ésta se presenta. ¿Qué quiere decir ésto?
A mi juicio, y como antes he avanzado, se trata de una cuestión de falta de formación cívico-democrática, los ciudadanos no han sido formados para tener una conciencia crítica del ejercicio de la democracia. Asumen ésta en la forma en que viene siendo realizada, sin plantearse que existen otras formas posibles de ser realizada, abandonan la suerte de la "cosa pública" a los políticos y creen que con votar cada cuatro años ya cumplen con su deber democrático. Esta forma anodina de entender la democracia sólo beneficia a los malos políticos, a aquéllos que han hecho de la política su "modus vivendi", en definitiva, a los que apelan a ideas y sentimientos nobles en beneficio propio.
¿Alguien se anima a montar algún foro cívico de pensamiento democrático para favorecer nuestra formación política y la de nuestros conciudadanos?
5 Comments:
Creo que eso te toca a tí... organizar es lo realmente difícil... interverir en un foro es mucho más fácil. Cuenta con el apoyo de tus amigos: De hecho considero que una base previa es enseñar a leer los periódicos, oir las noticias y "no creerse mucho"... ya que ni los políticos ni los periodistas hoy son (en general) muy objetivos. Unos justifican todo por su interés y los otros crean opinión política prácticamente en todo lo que comentan... son creadores de opinión más que informadores.
Yo participo en Tercera Vía, en donde se pueden plantear diversos temas para que cualquiera opine y/o difunda lo que sepa. Se puede plantear una discusión espécifica sobre este tema. Es una opción. Otra es abrir uno nuevo. No pretendo escaquearme, pero si hago una cosa (ya hago más de una), me queda muy poco tiempo para hacer otra más.
Sobre los medios y la manipulación en general, es lo que intento hacer en mi bitácora, aunque reconozco que me he centrado en los medios de comunicación afines al actual regimen.
En cualquier caso, anímo a que se siga trabajando y calmando nuestras inquietudes, en estos aspectos.
Un saludo.
Si te gusta "Ciudadanos sin Democracia", creo que te gustará también "Democracia Secuestrada", de Francisco Rubiales, el mismo que hace el blog Voto en Blanco. Es un imaginativo, sólido y buien escrito alegato contra la democracia degradada que nos rodea y malgobierna. Te lo recomiendo.
Estimado mateo,
La primacía moral de la colectividad, sease el estado, el gobierno, el sindicato .... ha calado hasta el punto de convertirse en axioma. Esa superioridad, además, no parece necesitar ninguna constatación empírica. Es una prepotencia ontológica que hace innecesario demostrar nada en la realidad. Es un prejuicio previo a cualquier debate y supone de por sí la negación de los fundamentos mismos de la democracia.
Esto es así hasta tal punto que incluso para opinar sobre cualquier tema, se adopta una postura “desde” una colectividad imaginaria, al que en realidad nadie pertenece porque es una pura entelequia. En esa medida, ya no se emiten opiniones personales, sino opiniones “colectivas”; opiniones previamente tamizadas por una conciencia de la superioridad moral de una colectividad inexistente.
Y ése es el prejuicio que dictamina, sin más, que la libertad es egoismo, para defender intereses oscuros y egoístas, mientras que la colectividad persigue objetivos altruistas y nobles. Así, la responsabilidad personal se diluye cuando no desaparece por completo. Así, nadie es dueño de sus actos ni de sus opiones.
Aparte del error teórico, es un gravísimo error práctico. Piensa y enumera los errores prácticos a los que da lugar. Por ejemplo: Renuncia de la sociedad a la libertad personal; Renuncia de la sociedad a la responsabilidad personal; Predominio social del grupo impersonal; Insensibilidad de la sociedad hacia la persona y, en consecuencia, desigualdad; Inclusión y pertenencia involuntaria de la persona a un grupo social; Democracia entendida no como articulación en la sociedad de la libertad personal sino como pugna de intereses de grupo, de “clase” y, en consecuencia, como “dictadura” de la mayoría. . . .
Solamente desde la libertad personal se entiende la función de las instituciones.
Cordiales saludos
Anónimo,
estoy de acuerdo contigo en tanto en cuanto hablemos de las colectividades que tú señalas, que, lamentablemente, están estigmatizadas por su politización.
Sin embargo, sin restar importancia a la libertad personal dentro de la democracia, creo que también existen o, al menos, deberían existir, una serie de grupos intermedios que pueden representar a los ciudadanos eficazmente ante los poderes públicos, para exigir de éstos un ejercicio más democrático de su poder.
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